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cuentos de terror
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La leyenda de la carretera 666
HECHO POR: ANITA
En el año 1922 se produjo un
tremendo accidente de tráfico en el comarcal nº 666 a su paso por el municipio de Vigo, con
nefastos resultados para buena parte de las gentes que por allí transitaban con
sus vehículos. Aunque las autoridades tardaron realmente poco tiempo en acudir
al lugar, poco pudieron hacer al respecto.
Hoy día, aquella carretera luce prácticamente abandonada y son realmente pocos los lugareños que se atreven a atravesarla porque se piensa que extrañas criaturas deambulan por ella, sobre todo, en las noches a partir de la medianoche.
Hoy día, aquella carretera luce prácticamente abandonada y son realmente pocos los lugareños que se atreven a atravesarla porque se piensa que extrañas criaturas deambulan por ella, sobre todo, en las noches a partir de la medianoche.
Lorena era una conductora novel que tenía
francamente poca experiencia en cuanto a la conducción de automóviles se
refiere. Se encontraba en aquella carretera por error y desconocía por
completo, el motivo de por qué apenas encontraba vehículos a su paso.
Era una noche de viernes cuando salía de su
trabajo en un hospital cercano, se dirigía a su casa para estar en la compañía
de sus seres queridos, cuando notó un extraño frío que rodeaba el asiento
delantero y el de copiloto de su medio de transporte. Decidió entonces,
encender la calefacción interna del vehículo para mejorar las circunstancias de
conducción.
Se hacía tarde y tuvo
que correr un poco más, porque quería llegar cuanto antes a su
casa para descansar después de una larga jornada laboral. Sin embargo, con la
caída de la noche la emisora se encendió sola sin necesidad de accionarla la
propia Lorena y contempló, a lo lejos, cómo una familia se encontraba esperando
a la grúa tras un pinchazo.
La joven Lorena paró para ayudarles y los
invitó a subir. Lucían
con un aspecto mejorable y tenían ropas como de hace algunos años ya, pero
restó importancia y prosiguió con su viaje. Minutos más tarde empezó a hablar
con ellos y su vehículo se paró. Cuando Lorena bajó de su vehículo para
intentar arreglarlo y avisar a la grúa, percibió cómo su móvil no funcionaba,
no podía avisar a nadie y entendió, después de una breve explicación de los
miembros de la familia, que había tenido un accidente muchos años atrás.
La joven Lorena puede ser vista por aquella
carretera cada anochecer conduciendo su vehículo, porque sigue sin asumir que
tuvo aquel accidente y no desea abandonar el reino terrenal para ir al lugar
que le corresponde. No es el primer reporte que aparece en medios de
comunicación de una mujer conduciendo un vehículo de otra época.
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